Apr 1, 2021

Teleconsulta en la Adolescencia: ¿necesidad de mejorar nuestras prácticas?


La Teleconsulta - que supone una comunicación interactiva sincrónica o en tiempo real entre (en este caso) un/a adolescente o un joven y un profesional de la salud, en un sitio distante a través de un equipo que incluye equipo de audio y / o visual, o ambos - data ya de hace tiempo. 

Sin embargo, la pandemia de  COVID-19 ha modificado sustancialmente el modo de interacción. 

Si bien la "presencia" en el entorno virtual de los padres es de importancia - al igual que lo hacemos en la consulta presencial de acuerdo a la edad cronológica y las respectivas necesidades - las/os adolescentes y jóvenes requieren que se contemplen aspectos particulares que promuevan y fortalezcan la confianza. 

  • ¿Es posible que en una consulta virtual se adopten los criterios de la denominada "atención centrada en la persona" y en este caso de las adolescencias? 

  • Es posible que más allá de la pandemia la consulta presencial se vea complementada y enriquecida con un modelo mixto o híbrido: presencial/virtual que al igual que lo que ocurre en educación la articulación entre ambos escenarios sea fuente de sinergias. 

  • ¿Es suficiente con disponer de un ordenador/computadora/Teléfono inteligente para llevar adelante una consulta que en mi criterio debe ser entendido como un genuino proceso en el que al igual que ocurre en un viaje hay un antes, un durante y un después? ¿Qué ocurre con el acceso a esas tecnologías cuando las mismas se ven dificultadas y cómo reducir esas barreras?

Si bien es necesario disponer de la tecnología no es suficiente ya que se requiere de: 

  • Capacitación a fin de conocer y/o fortalecer las competencias necesarias; si bien la consulta en linea no difiere en sus aspectos centrales de la consulta presencial registra particularidades. 
  • Revisión de las respectivas prácticas a fin de modificar todo aquello que sea necesario para beneficio de adolescentes, jóvenes y sus familias. 
  • Aptitudes y conocimiento para saber cómo distinguir aquello que es "urgente de lo que no lo es", 
  • Aprendizaje acerca de códigos gestuales, "banderas rojas" que contribuyan a distinguir la necesidad de una consulta presencial y la premura con la que se requiera.  Hay suficiente recorrido en la "consulta telefónica" en especial por parte de los pediatras y que basado en nuestro conocimiento y experiencia nos permite identificar cuándo lo "escuchado" en el Teléfono que hoy puede agregar lo "visual", requiere trasladarnos rápidamente o no tanto al espacio presencial. 
  • Es tiempo entonces de fortalecer y sistematizar nuestras acciones en entornos virtuales para - como lo hacemos habitualmente en contextos presenciales - ofrecer a las/os niñas/os, adolescentes y sus familias las mejores prácticas. 

    No se trata de reemplazar una por otra sino de articular lo mejor de cada una para un mejor beneficio. 




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